Crear un hábito es un reto que implica paciencia, constancia y un enfoque planificado. Sin embargo, al aplicar algunas estrategias clave, es posible transformar cualquier acción en un cambio incorporado a nuestro día a día con sentido. Hoy queremos compartiros algunas guías para lograrlo: 

  1. Comienza con pasos pequeños: uno de los errores más comunes es intentar hacerlo todo de golpe. Modula el tamaño de la meta o cambio para que el esfuerzo sea más manejable y te ayuda a evitar la frustración.
  2. Hazlo todos los días (o con la mayor frecuencia posible):  la repetición es clave cuando se trata de hábitos. La constancia no se trata tanto de la duración inicial, sino de la regularidad. Un hábito pequeño, pero diario, es mucho más efectivo que uno grande, pero irregular.
  3. Asocia el hábito a una acción ya existente: una técnica poderosa es asociar el nuevo hábito con algo que ya forma parte de tu rutina diaria. Por ejemplo, si quieres empezar a escribir sobre tus emociones, puedes hacerlo justo después de desayunar o de cenar. Este tipo de «anclaje» vincula tu nuevo comportamiento con algo que ya está profundamente arraigado en tu día a día.
  4. Hazlo disfrutable: si el nuevo hábito no es agradable o interesante, es mucho más difícil mantenerlo, encuentra maneras de hacerlo divertido. Si deseas leer más, elige libros sobre temas que realmente te apasionen. Si buscas hacer ejercicio, elige actividades que disfrutes, como bailar, nadar o caminar al aire libre.
  5. Monitorea tu progreso: llevar un registro del progreso puede ser un motivador poderoso. Ya sea mediante una aplicación, un diario o un simple gráfico, visualizar tu avance te ayudará a mantenerte enfocado y sentir que estás logrando algo. 
  6. Sé paciente y flexible: los hábitos no se forman de la noche a la mañana. La ciencia sugiere que puede tomar entre 21 y 66 días formar un nuevo hábito, dependiendo de la persona y la complejidad del hábito. 
  7. Celebra los pequeños logros: el refuerzo positivo es esencial. Reconocer y celebrar los pequeños éxitos en el camino, como completar una semana de ejercicio o no saltarte tu rutina de lectura, te ayuda a mantener la motivación. La recompensa no tiene que ser algo grande, pero el acto de celebrar te recuerda que estás avanzando.
  8. Crea un entorno favorable: la creación de un entorno que favorezca el hábito que estás intentando crear es crucial. Si estás tratando de escribir todos los días, asegúrate de tener un espacio de trabajo cómodo y libre de distracciones.
  9. Hazlo público: compartir tu objetivo con otras personas puede aumentar tu responsabilidad. Si tus amigos o familiares saben lo que estás intentando lograr, la presión social puede ser una motivación adicional para seguir adelante. 

Crear hábitos no es algo que se logre de manera instantánea, pero con estas estrategias, el proceso se vuelve mucho más efectivo y manejable. La clave está en ser constante, paciente y encontrar formas de disfrutar del camino hacia la mejora.

¿Hay algún hábito que te gustaría incorporar a tu rutina? Te podemos acompañar a conseguirlo

Picture of Beatriz Beltrán

Beatriz Beltrán

Psicóloga General Sanitaria

Descubre más artículos