Regulación emocional: herramientas para una vida plena

La regulación emocional es un aspecto fundamental del bienestar psicológico. Se refiere a la capacidad de manejar y responder adecuadamente a nuestras emociones, tanto las agradables como aquellas más complejas o desagradables de experimentar. Aprender a regular nuestras emociones puede mejorar nuestra salud física y mental, nuestras relaciones y nuestra calidad de vida en general.

¿Qué es la Regulación Emocional?

La regulación emocional implica una serie de procesos mediante los cuales las personas conocen e influyen en las emociones que tienen, cuándo las tienen y cómo las experimentan y expresan. Es una habilidad que se puede aprender y mejorar con práctica y dedicación.

A través de la regulación emocional:

1) Observamos y ponemos palabras a lo que sentimos

2) Modulamos la intensidad e incluso el contenido de lo que sentimos

3) Expresamos la emoción y nos acompañamos y cuidamos para transitarla

Compartimos hoy algunas estrategias para cada uno de estos procesos:

1. Identificando mis emociones

Antes de poder regular tus emociones, necesitas identificar lo que estás sintiendo. Tómate un momento para reflexionar sobre tus emociones, nómbralas y reconoce cómo afectan tu cuerpo y mente. Puedes utilizar palabras pero también colores, dibujos, imágenes o cualquier símbolo que represente aquello que notas en ti.

  • Mindfulness o Atención Plena: la práctica del mindfulness puede ayudarte a estar presente en el momento y a observar tus emociones sin juzgarlas. Esto puede reducir la intensidad de las emociones que nos abruman y ayudarte a responder de manera más calmada.

2. Regulando mis emociones

  • Redefinición cognitiva: cambiar la forma en que piensas sobre una situación puede cambiar cómo te sientes respecto a ella. Intenta encontrar una perspectiva más positiva o neutral de los eventos que te afectan emocionalmente.
  • Técnicas de Relajación: Las técnicas de relajación, como la respiración profunda, la meditación y el yoga, pueden ayudarte a calmar tu sistema nervioso y reducir la intensidad de las emociones.

3. Expresando y acompañándome en mis emociones

  • Hablar sobre tus emociones con alguien de confianza o expresarlas a través de la escritura, el arte o el movimiento puede ser muy liberador y ayudarte a procesarlas.
  • Autocuidado: cuidar de ti mismo es crucial para mantener un equilibrio emocional. Asegúrate de dormir lo suficiente, comer bien, hacer ejercicio regularmente y tomar tiempo para actividades que disfrutes.
  • Establecer Límites: aprender a decir no y a establecer límites claros puede protegerte del agotamiento emocional y de situaciones que te causen estrés excesivo.

 

La regulación emocional no es una solución rápida, sino un proceso continuo que requiere práctica y paciencia. Sin embargo, los beneficios a largo plazo hacen que valga la pena el esfuerzo.  Si encuentras dificultades para manejar tus emociones buscar acompañamiento de un psicólogo puede ser muy beneficioso.

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Beatriz Beltrán

Psicóloga General Sanitaria

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